NAIROBI, Kenia, mientras jóvenes promotores gritan para dejarse escuchar por encima de la música en su intento por atraer pasajeros, un minibus privado cubierto de grafiti se llena más rápido que la otra decena de vehículos en el lugar. ¿La razón? Tiene wi-fi gratis.
El matatu, como se conoce a los minibuses en suajili, está especialmente equipado y es parte de un experimento de Safaricom Ltd. para conectar a los desconectados de África. El esfuerzo ofrece un vistazo a lo que se requiere para darles acceso a la web a algunos de los usuarios más susceptibles a los precios del mundo.
Una vez que está en el vehículo, Mwenda Kanyange actualiza su estatus en Facebook y navega por Internet durante su viaje a casa de una hora a través de las calles congestionadas de Nairobi.
«Es un poco aburrido», dice el estudiante universitario de 23 años. «El wi-fi es bueno para eso».
Las empresas de tecnología en todo el mundo intentan llegar a miles de millones de personas más allá de la clase media, y muchas de ellas están en África. Sólo alrededor de 16% de los 1.000 millones de africanos usan Internet, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un grupo del sector. Esa cifra es mucho menor a la de Asia, 32%, y la de los países árabes, 38%.
Pero África es la región con el crecimiento más rápido para acceder a Internet a través del teléfono. La penetración de banda ancha móvil en el continente subió de 2% en 2010 a 11% el año pasado, según el grupo.
«Las cifras sólo pueden moverse en una dirección», dice Erik Hersman, quien fundó un sitio de financiación colectiva (o crowdsourcing) en Kenia y una incubadora de tecnología en la capital.
La clave para desatar ese crecimiento es descubrir formas de llevar Internet a las personas para quienes incluso las llamadas telefónicas pueden ser costosas.
Google Inc., Facebook Inc. y otras empresas están financiando grupos como la Alianza para un Internet Asequible, que trabaja para reducir el costo de conectarse en línea en todo el mundo. Intel Corp. trabaja en África con fabricantes de celulares para reducir el precio de los teléfonos inteligentes que funcionan con sus procesadores e International Business Machines Corp. abrió un centro de investigación en el continente.
Hay pocos lugares en África mejores que Kenia para lanzar una empresa de tecnología. Media decena de incubadoras de tec-nología están en Nairobi. Y casi la mitad de la población del país, de 40,7 millones, usa Internet de alguna forma, según el gobierno. Pero el wi-fi en Kenia suele estar disponible en establecimientos de estrato alto, como aeropuertos y restaurantes costosos.
En el matatu de Kanyange, sólo la mitad de los casi 20 pasajeros parecen estar conectándose a Internet. Una empleada doméstica de 24 años que viaja en el minibus dice que no tiene una dirección de correo electrónico, ni mucho menos una cuenta de Facebook. Tampoco nadie de su familia.
Llegar a personas como ella es la meta del programa Vuma Online de Safaricom, usando una palabra en suajili que quiere decir «soplar con fuerza y rapidez».
La empresa con sede en Kenia espera que la oferta de wi-fi gratis en lugares donde se reúnen novatos y aficionados a la tecnología la ayude a atraer más clientes a sus servicios pagos. Safaricom señala que por ahora está dispuesta a absorber pérdidas pero prefiere no decir cuánto está gastando.
«Analizamos dónde estaban nuestro clientes (potenciales), y estaban en los matatus. La mayoría pasa dos o tres horas en sus recorridos diarios», dice Gideon Karimi, quien supervisa el marketing en Internet para Safaricom. El programa se expandió desde 20 matatus en 2012 a unos 3.000 buses en todo el país. La empresa de telecomunicaciones les da los equipos gratis a los dueños de los microbuses y les cobra 2.000 chelines (US$23) al mes por el servicio de datos, 30% menos que el precio minorista.
La firma rival Airtel Kenya tiene otro enfoque. La unidad de la india Bharti Airtel Ltd. se centra en la gente que sabe que quiere acceso a Internet, pero es disuadida por el precio. La empresa permite el uso gratuito de un puñado de aplicaciones populares, como Facebook, con la esperanza de que sirva como puerta de ingreso a un uso más amplio.
Fuente: lanacion.com.ar